Matthew Morrison, reconocido por su personaje del profesor Will Schuester en Glee, interpreta al Grinch, ese monstruo solitario que detesta la Navidad y a los habitantes del pueblo Who.
Nota: Si nunca vieron El Grinch, en 25 películas para ver en Navidad cuento un poco más sobre las diferentes versiones de este cuento de Dr Seuss.

Recién termino de ver esta nueva adaptación. Se estrenó ayer en NBC y la verdad no sé ni por dónde empezar. No es mala, si fuera mala por lo menos sería algo es más bien aburrida, pero vamos por partes.
Hace ya varios años que las cadenas como NBC y Fox realizan producciones en vivo de musicales famosos durante esta época del año, protagonizados por alguna celebridad que atraiga el rating. Pero las más recientes no han funcionado del todo: Tal es el caso de Hairspray, con Ariana Grande o Rent, con Vanesa Hudgens. Las críticas no han sido muy buenas, en parte porque en un set de filmación no se produce la misma química que en un teatro: Hay detalles de una puesta en escena que el espectador completa con su imaginación, con ayuda de escenografía, iluminación y música. Eso en televisión no existe, el público es más pasivo. Si en los primeros minutos no se logra captar su atención, lo más probable es que cambie de canal. Y este broadcast de El Grinch parece esforzarse para que uno haga zapping.

Visualmente está muy bien planteado. La escenografía está inspirada en la versión original de 1966 y da la sensación de estar dentro de un libro o un comic. El elenco es muy bueno, el vestuario tiene una onda 60s y hay algunos cuadros que son divertidos de ver porque recrean las canciones más conocidas como “Mr Grinch” o “Welcome Christmas”. El problema es todo lo demás que le fueron agregando para convertirlo en un programa de hora y media que no termina de fundirse del todo.

De un show basado en un cuento infantil uno esperaría canciones bien arriba y pegajosas pero no, la mayoría son baladas que no llegan a ser emotivas tampoco, es como si hubieran querido transformar en un musical serio a una de las pocas historias a las que le quedaría pintado el estilo de comedia musical. Pero hablemos de lo importante: Matthew Morrison.

Al que se le haya ocurrido convocar a Matthew Morrison para interpretar al Grinch, lo deben haber despedido ya. El ex Glee debe ser de las personas más talentosas de la industria, pero este personaje simplemente no le queda bien. Del Grinch uno espera reírse. Jim Carrey lo convirtió en uno de los villanos más queribles del cine, y sin embargo, en esta versión el Grinch es alguien constantemente enojado, que de golpe canta increíble pero jamás logra arrancarte una carcajada, ni una sonrisa.
En mi opinión es medio raro ver al sex symbol de Broadway en un traje de pelos verdes, me hizo acordar al lobo libidinoso de Into The Woods. Los que hayan visto esa obra – o la película – van a entender lo que digo.

¿Deberían ver The Grinch Musical?
Si, por qué no, está bien como para mirarla mientras uno hace otra cosa y siempre está bueno saber en qué andan los miembros –vivos– del cast de Glee.
Mientras la veía, se me ocurrió que si hubieran convocado a Jane Lynch para interpretar al Grinch esta obra sería un éxito. Nada va a superar a Sue Sylvester robándose la Navidad del club Glee.
Si se aburren, pueden probar mirarla e imaginarse cómo sería este show con ella de protagonista. Después cuéntenme qué les pareció.
